Vuelvo al cuaderno, mundo de escritura,
vocablos trágicos, cómicos y mágicos,
agazapado espero a la cordura,
y me asaltan los recuerdos idílicos.
Aquí no puedo perderme,
cuatro márgenes me encierran.
Escribo para reír indemne,
la tinta se irá cuando quiera.
Se agolpan los recuerdos,
y renglones vacíos hay que buscar.
Aquellos oníricos del cielo,
los volveré a usar.