Nuestros versos y reversos
martes, 23 de marzo de 2010
Maraña (de enero de 2010) (Jorge)
Lo primero que localizó fue una rabia vehemente que se imponía ante su temple y razón de manera desbordante. La mentirá se creó para proteger, pero deja de hacerlo cuando se provoca su desaparición. Sabía que no era con mala intención, lo sabía y por eso la rabia hizo un hueco a la compasión. Posteriormente llegó el cariño, ese tipo siempre estaba ahí, era a lo que debía aferrarse y lo sabía. Finalmente, tras emitir un alarido discordante al vacío, donde nadie le oía, todo se fué. Quedó sentado escuchando los latidos de su vasto y profundo corazón. Necesitaba una mano tendida para levantarse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario